martes, 8 de septiembre de 2015

CENIZAS 2

Hola como van? después de ..........no tengo idea cuanto vuelvo con el segundo cap de CENIZAS espero les guste y si no les da locha pues un coment seria regio asi sin mas aca les dejo

CAP 2

AUN MAS OSCURO

El rumor de la muerte de Bladimir Walto a manos de tropas opositoras al régimen se esparcía por toda la región. Y con él, el temor de las represalias no se hizo esperar. A tan solo 72 horas, el desplazamiento de familias era ya un hecho, así  como lo era la masacre en el distrito Dauper. 
Los familiares de más de  80 familias de cazadores registraban en las listas de desaparecidos para  el caso de las mujeres jóvenes, niños y niñas mayores de siete años; o los cuerpos desmembrados que aun se hallaban en el centro de la plaza del distrito en el caso de hombres ,niños y ancianos. 
A tan solo diez horas del asesinato, los soldados enviados por Lord Walto hijo y sucesor de Bladimir acabaron con el distrito de Dauper y zonas aledañas. 
Las ordenes dadas a las fuerzas armadas  por el nuevo " REY DEL IMPERIO" como el mismo se proclamó en la plaza principal de la ciudad Sina fueron claras y explicitas:  
¡ Mi padre ha muerto; su Rey  ha muerto, la región esta de luto, es una perdida que deja  dolor en cada rincón de esta tierra. los rebeldes han osado penetrar en mi hogar; esta ofensa será cobrada con las mismas acciones! 
¡Cada hogar de los  insurgentes será investigado, saqueado y castigado! 
No habrá un solo lugar en estas tierras en el que puedan esconderse. 
La muerte de mi padre a cedido paso a mi ascensión como hegemone de toda la región; Las conquistas de mi padre son ahora mis propias conquistas, su sueño de unificar el continente en una sola región es ahora mío. 
El logró la "adhesión" de dos ciudades y cuatro distritos a nuestras tierras, yo continuare su legado y unificare el continente en una sola nación. 
"Y la muerte de sus asesinos es el primer paso para lograrlo" sentencio con voz y mirada fría 
El escuadrón 108 fue enviado ayer en la tarde a las tierras de Dauper; la orden del asesinato de mi padre fue dada desde aquel lugar, se me ha informado el éxito de la  misión (proclamo orgulloso) 
He tomado control sobre tierras rebeldes, no hay lugar para animales sin domesticar en mi territorio: Todo aquel que pise mi suelo debe presentarse a primera hora, en dos días. Serán censados y registrados. 
Cada quien declarara sus pertenencias, procedencia, edad; de acuerdo a esto se les dictara el impuesto a pagar por utilizar mis tierras. 
No se aceptaran adeptos a otras sectas religiosas. 
¡Difundir esta información, desde la mas alta montaña hasta el llano mas lejano en el horizonte; Cada familia traer también a sus críos y registrarlos, quien no este registrado no existirá y si no existe será colgado en el centro de esta plaza!   
El regordete Lord Walto dio media vuelta haciendo que su gran túnica violeta girara con él, regreso escoltado por mas de cien guardias ahora dispuestos para su protección, cruzo el puentecillo sobre aquel pequeño lago adentrándose en la seguridad del palacio. 
En la mesa le esperaba sentado con una sonrisa triunfadora en su rostro, su torso cubierto solo por una túnica idéntica a la que lucia el "Rey"  ofreciéndole una elegantísima taza de té.    
Lord Walto se acerco sonriendo de medio lado, acaricio la rasposa mejilla y recibió la taza, dándole de beber. 
-¡Vino, tu bebe el té, yo celebrare con vino! 
Aun con su mirada fija en los ojos castaños, cerro los suyos lentamente esperando que la chica herida entendiera su acción; la morena acato la orden en total silencio. Por alguna razón no se sentía en peligro con la presencia de la chica de ojos  fríos y solitarios como las noches en los bosques. Por el contrario una extraña sensación de seguridad recorría su cuerpo haciéndola confiar en aquella desconocida. 
Mikasa aun en cuclillas giro su estoico rostro hacia la delgada rubia quien la miraba con el rostro interrogante y sus brazos cruzados en la espalda. 
-¿Qué haces?  pregunto en un tono bajo la pequeña, mientras se desplazaba hacia ellas, agachándose a su lado 
-!Es una lastima¡ esta si que era hermosa. exclamo con pesar a la vez que sus ojos azules tomaban detalle de aquel maltrecho cuerpo 
-¿ Lo era? cuestiono la peli oscura consiente de que la morena aun vivía 
Christa la mira con ojos de diversión, niega con su cabeza y se pone en pie. 
-ya solo quedamos nosotras y 
Mikasa observa a la chica, la conoce, podría jurar que es la única del escuadrón a quien aun le late el corazón 
-Podrías dejarme solo un rato mas? 
la rubia deja caer su cabeza hacia un lado, entrecerrando sus ojos 
 -yo no la herí ¿sabes? -confeso con su mirada ahora sobre la castaña-solo quiero saber que le ha pasado 
-crees que lo entenderás si te quedas un poco mas?  
-No-  admitió con amargura no propia de ella- no lo hare pero al menos habré hecho algo por ella 
Christa la observo detenidamente, con sus ojos entrecerrados - Haz lo que quieras, pero solo puedo cubrirte una hora 
la rubia salió de aquel deposito esquivando los charcos de sangre que empezaba a coagularse, cuidando de no caer ni tropezar con uno de los cadáveres 
-nos veremos en aquella roca justo antes de llegar al campamento- alzo la voz la rubia 
Mikasa asintió con su cabeza, espero hasta que la chica fue una delgada línea en el horizonte para dirigirse a la morena 
-¿Puedes caminar? 
la chica abrió sus ojos con pesadez volviendo a cerrarlos instantáneamente 
-¿Sabes lo que he hecho?  
-uhummm- afirma  entre un murmuro la castaña  
-Necesito llevarte lejos de aquí, un lugar en el que no puedan encontrarte. La chica que hasta ahora no había pronunciado ni una sola palabra rompe su silencio, su voz salió ronca rasposa causando dolor. 
-hhh.. haaay unna pe..pequeña cueva- tose- nnn las monntoñas -tose varias veces- hace una pausa- nnno se en donde estamos- admite con presencia de angustia en sus palabras, sus ojos van de lado a lado en movimientos compulsivos-  ellos amarraron a mi padre y a mi hermano, los colgaron- y finalmente rompe en llanto 
"Mikasa corre...corre por un demonio corre, si les dejas alcanzarte te castigare, no jugare contigo jamás corre" los murmuro de Kikyo eran desesperados cuando los cuatro hombres llegaron a su casa en las montañas, ambas se hallaban en la cocina y su madre la lanzo por la ventana, aun así alcanzo a ver a su padre caer luego de forcejear con uno de ellos. 
No tenia sentido recordar esas cosas ahora, sacudió su cabeza concentrando su atención de nuevo en la castaña. 
-Vendare tus ojos hasta que salgamos de este lugar- la chica la miraba expectante, saco una pequeña navaja de su bota izquierda, cortando la soga de sus pies y sus muñecas, al hacerlo pudo notar como la sangre recobro su trayecto haciendo volver el color a las manos pálidas de la joven, tomo entre sus manos el rostro de la chica con una delicadeza ajena para ella vendo los ojos almendra con ese trapo sucio; paso un brazo por debajo del torso y el  otro por debajo de las rodillas. 
al levantarse la joven entre sus brazos se quejo de dolor, ignoró el sonido y la angustia que le produjo, no tenían tiempo, deben alejarse de allí antes que llegue el ejercito que han enviado desde la ciudad Sina  
logra esquivar un cuerpo pero sus pies patinan repetidas veces en la sangre que ya empieza a coagularse, la chica se aferra a su cuello mientras suprime el dolor que los movimientos bruscos le producen. 
al salir de aquel sitio el paisaje es fascinante para la chica de cabello negro, ¡como se nota quien estuvo ahí! a no ser por la chica que llevaba en brazos y la urgencia de llevarla a otro sitio, ella misma se habría detenido a admirar aquella obra de arte. 
todos los cuerpos estaban decapitados, eran pocos a lo sumo seis pero cada uno de ellos habrían perdido la cabeza con una precisión quirúrgica, no necesitaba verlos de cerca para saberlo. Annie siempre se tomaba su tiempo 
todas las cabezas estaban apiladas del lado derecho del empedrado y sus cuerpos en el izquierdo. y no fue sino hasta que vio los últimos que agradeció el haber vendado de nuevo a la castaña. Frunció el ceño continuando con su camino. 
Dio un silbido, a los pocos minutos un gran caballo color humo de ojos amarillosos apareció a su lado. Mikasa monto a la joven en primer lugar con una pierna a cada lado del caballo  al hacerlo la chica gimió de dolor y pequeñas lagrimas surcaron sus ojos, enseguida subió ella misma, se posiciono atrás de la joven, con gentileza tomo la pierna derecha de la morena y la acomodo del lado izquierdo acunando la cabeza de esta en su pecho, retiro la venda de su rostro. 
-Tendré cuidado- susurro encima de su cabello- pero tendremos que darnos prisa 
La pelinegra fruncía el ceño con cada lamento que la chica intentaba contener, estaba mas herida de lo que se percibía, la morena no se encontraba bien. 
al cabo de unos 30 minutos encontró la cueva, era asombroso como la chica aun en su estado semiconsciente logro ubicarla en aquel bosque, hubo un momento en el que le pidió que se detuviera, enderezo un poco su cuerpo, olisqueó el ambiente y sorprendiéndola le indico con un leve gesto de su cabeza que camino debían seguir.  
La cueva era húmeda, mohosa y pequeña como todos los huecos de la tierra pero lucia segura, desmonto su caballo, inspecciono el lugar antes de entrar con la joven herida; la recostó en uno de los extremos, con palos y hojas secas improviso una barrera en la entrada. La castaña olía a sangre, llamaría la atención de animales depredadores. 
-vendré en la noche- prometió mientras la acomodaba y la daba agua de su termo para beber, el cual dejo a un costado. 
Al salir algo la detuvo, no podía solo dejarla allí, con un giro de sus talones entro de nuevo a la cueva, retiro su bufanda roja del cuello, con cuidado se agacho envolviendo lo que mas pudo del cuerpo de la morena con ella. 
Justo como quedaron Christa y Ymir la esperaban en la roca, estaba claro que ellas no habían estado esperándola. 
Christa se encontraba atando el ultimo cordon de su bota y  Ymir solo llevaba un  Jean y el sostén   
-Así que...no pudiste resistir a echarte un polvo con un muerto- dijo burlona la chica alta 
Christa le entierra el codo en las costillas 
-Vístete- dijo Mikasa en su habitual tono neutro 
La chica alta soltó una estruendosa carcajada para luego sentenciar seria  
- yo no mido el tiempo con tus muertos no midas mi tiempo con mi mujer. 
Halo la rienda de su caballo y mientras giraba las comisuras de su boca se arquearon hacia arriba - incluso el cuerpo ensangrentado de un difunto sería mas entretenido que tú- tiro de las riendas dejando a Christa colgada de la espalda de su chica luchando por evitar una pelea. 
La morena quedo impactada por la apariencia de la chica, no vio realmente que fue lo que sucedió pero su entrenado olfato y oído le hicieron un paisaje macabro de los hechos. 
Aquel tipo se encontraba pellizcando sus pezones con algún tipo de pinzas delante de otros hombres, que podía jurar eran 19 ya que aunque todos olían a cigarro y alcohol claramente pudo distinguir olores particulares como almizcle, tierra, hierba seca, etc 
les gustaba cuando se revolcaba de dolor o cuando no resistía y gritaba, por eso ya no lo hacia, soportar todo aquello sin quejarse no les daría pacer; lucho por desconectarse de la realidad. Fue ahí cuando capto unas pisadas sigilosas a lo lejos, se le dificultaba concentrarse en los sonidos  a veces eran tan solo ecos lejanos que la traían de vuelta a la realidad 
El hombre con olor a tabaco, alcohol, almizcle y cebolla tiro de las pinzas llevándose piel en ellas, cerro sus puños pero no pudo contener las lagrimas, al cabo de unos minutos de estruendosas carcajadas y algarabía masculina un tipo mas pesado que el anterior, (lo supo por el sonido seco de sus pisadas) se acerco hasta ella  la tiro del cabello y beso con rudeza su boca, al no ser correspondido arremetió un puñetazo contra su cara reventado sus labios; desabotono su pantalón y lo bajo hasta sus rodillas, la lanzo suelo raspando su costado con las piedras del empedrado, al sentir que era penetrada con algo con tanta fuerza perdió el conocimiento, o tal vez fue el agotamiento no lo supo. ¿Cuánto tiempo paso? quien podría saberlo pero para cuando su mente volvió a estar despierta y consciente sentía un dolor profundo en su vientre, un ardor intenso en su entrepierna, las piernas adormecidas, la cabeza mareada, nauseas y un silbido en sus oídos. 
sabia que alguno de los hijos de puta trato por vestirla de nuevo, estaba sola o al menos eso creyó por unos minutos, al notar como los repugnantes olores seguían allí, por los sonidos de los grillos y chicharras así como los ronquidos dedujo que era de noche, al parecer dormían. 
Había algo diferente en el ambiente olía a amanecer, a intrusos, entre ellos habían  mujeres incluso podría jurar que una se encontraba en su ciclo. de repente su corazón empezó a latir con rapidez, ellas no podían llegar a ese lugar, les harían lo mismo que a ella . nononononono se repetía con desesperación, su preocupación creció cuando escucho a los primeros hombres despertar, uno de ellos se acerco y lamio su cuello para luego golpearle el abdomen. 
-¡ que rica perra! ¿te gusto lo que te hice ayer? la agarro del cabello y con su mano libre enterró algo en su pierna  
contuvo el aire en sus pulmones, sintió su cabeza crecer de tamaño hasta que escucho abrir los botones de su pantalón y este ser deslizado hacia abajo, luego unas manos callosas rasgando lo que quedaba de su camisa  
Oh Dios otra vez no, no otra vez- rogaba la castaña en un llanto silencioso 
Fue cuando un olor entre jazmines, cardamomo y sudor llego a su nariz, el olor que considero femenino cada vez era mas intenso, de repente escucho un sonido similar a una hoja de acero cortando el aire para luego chocar con algo, luego todo fue un caos; pesos muertos precipitándose y chocando con el suelo, gritos ahogados, insultos, maldiciones dirigidas a una mujer, botellas estallando contra el piso. 
cuando el hombre que estaba encima suyo se puso de pie no tardo ni diez segundos en escuchar un suspiro contenido para luego el peso desplomarse  sobre ella con fuerza sacando el aire de su estomago dejándola aturdida  
su pulso se incremento una vez mas, el peso sobre su cuerpo no la dejaba respirar, no era capaz de mover un solo musculo. 
sintió a la mujer quedarse quieta y gritar de frustración, luego otra vez silencio hasta que voces de hombres llegaban desde afuera, sintiendo como el pánico se apoderaba de su ser. 
la mataran, la mataran, oh Dios la mataran- era el único pensamiento de la castaña, sentía tanto miedo, no quería que lastimaran a aquella mujer, no podrían lastimarla 
Mikasa!!! le llamaron 
Mikasa, mikasa mikasa aquel nombre revoleteaba en su cerebro ¡mikasa! ya no aguantaba mas le faltaba el aire, el sonido de los pasos de la mujer se acercaban hacia ella, no podía evitar el sentirse acorralada, el aire siendo de nuevo interrumpido por la hoja de acero la alerto automáticamente, con un solo movimiento de la mujer su cuerpo es liberado del peso inerte.  
la sensación de ser observada la mantiene a la expectativa, sabe que la inspecciona sabe que la mujer toma una decisión y ella solo espera por el veredicto. 
la mujer se posiciona a su lado y baja a su altura, el roce de unas manos suaves quitando la venda de sus ojos la sobresalta, y la sorprende aquel bello y exótico rostro enmarcado en ese negro profundo 
Encontrando consuelo en la tela roja con olor a jazmín y cardamomo 
-vendrá en la noche- suspira cansada a la par de sus ojos que se cierran con pesadez 
Y Sasha Braus la joven cazadora de la aldea Dauper hija del líder de la izquierda asesinado y mas contundente opositor al régimen cae inconsciente con una fiebre de 39,8°